Llega la época navideña polvorones, brindis, villancicos, compromisos familiares… además de todo esto, el cambio de año es una invitación para valorar si nos encontramos en el punto donde queríamos estar.
Es entonces cuando empezamos a plantearnos lo que comúnmente llamamos “Propósitos de Año Nuevo” : llevar un estilo de vida más saludable, hacer deporte, cambiar de casa, de trabajo, cuidar más mis relaciones…Algo que no tiene que ser exclusivo de esta fecha, pero es tan buen momento como cualquier otro.
¡Pasemos a la acción!
Podemos empezar por tomarnos un tiempo para reflexionar acerca de lo que realmente queremos, porque así estaremos más motivados y será más fácil encontrar la voluntad para conseguirlo.
Plantearnos si esto que queremos en algo realista, probablemente habrá factores que no dependen de nosotros y que tengamos que asumir, pero seguro que hay otros aspectos en los que el cambio, por pequeño que sea, está en nuestra mano y por lo tanto lograrlo dependerá en buena parte de nosotros.
Después, trazar un plan y convertir esos propósitos, quizá un poco generales y abstractos, en algo concreto. Dividirlo en pequeños pasos, y a cada paso ponerle fecha, valorar si lo hemos logrado y si es así continuar con nuestro plan.
Todos los pasos requieren un esfuerzo y un compromiso, pero la satisfacción de ver que poco a poco lo vamos consiguiendo es mucho mayor, se trata también de disfrutar del camino hasta llegar a nuestra meta.
El mero hecho de pensar qué podemos hacer por estar mejor, nos convierte en los dueños de nuestro destino.
L&G Psicólogas Gijón
Ilustración Esther Moran Creative