PON UN PSICÓLOGO EN TU VIDA

Retomamos las publicaciones en el blog, después del verano, con un post en el que nos gustaría reivindicar el papel de la Psicología en nuestros días.

Son muchos los ámbitos en los que actualmente la Psicología está aportando su granito de arena,  educativo, laboral, jurídico, mediación familiar, servicios sociales… y en el sanitario, en el que nos vamos a centrar, puesto que es en el que principalmente trabajamos.

Cuando una persona siente malestar emocional, es habitual que acuda en primera instancia al médico de cabecera, pero después, no siempre se toma la decisión de acudir al especialista indicado. En este caso la Psicología sería el recurso a disposición de las personas para abordar los problemas de esta índole, de hecho, un alto porcentaje de las consultas en nuestra clínica, tienen que ver con problemas de la vida cotidiana, emocionales, de convivencia, de manejo de estrés… circunstancias que todos experimentamos en momentos puntuales de nuestra vida y que si no se actúa, puede llegar a cronificarse, normalizando el malestar, es decir, nos acostumbramos a estar mal, quedándonos con la idea “yo soy así, qué le vamos a hacer”, o en otros casos nos limitamos a tomar la medicación pautada, que muchas veces es necesaria, pero nunca suficiente para mantener las mejorías a largo plazo, puesto que continuamos con hábitos de vida inadecuados para la salud psicológica.

Durante muchos años ha prevalecido la creencia de que al psicólogo acudían “los locos”,  afortunadamente esta idea cada vez se está desterrando más, aunque se mantiene cierto halo de secretismo, que no existe a la hora de acudir a cualquier otro profesional de la salud.

La Psicología es una ciencia que se apoya en estudios empíricos contrastados. Por tanto, acudir al psicólogo no es como tomarse un café con un amigo, aunque ambos puedan resultar muy reconfortantes, y aunque se basa en una conversación, es una conversación terapéutica, orientada a un objetivo, en la que se utilizan técnicas y estrategias que constituyen una metodología eficaz a la hora de intervenir sobre la conducta, pensamientos y emociones humanas.

Existen distintas orientaciones teóricas y todas cumplen requisitos de eficacia en sus intervenciones, que se van adaptando a las necesidades de cada paciente. En nuestra clínica priorizamos el trabajo centrado en soluciones, empoderando a la persona, respetando su idiosincrasia, sus preferencias, confiando en sus recursos, sin imponer un modelo de normalidad.

Muchas personas viven el acudir al psicólogo como un fracaso personal, al contrario, es un acto valiente, se trata de afrontar las dificultades, buscando soluciones y siendo capaces de tomar decisiones para ayudarse.