Atípico puede que sea el adjetivo más utilizado para describir el día a día en este tiempo de pandemia. Ahora, tras un verano atípico, toca una vuelta atípica al cole, al trabajo, a las responsabilidades.
Cada septiembre es frecuente que, durante unas semanas, aparezcan síntomas como tristeza, irritabilidad, estrés, falta de motivación, apatía, propios del llamado síndrome postvacacional. Este año, los niños vuelven a las aulas tras 6 meses sin pisarlas, muchos adultos se reincorporan a la presencialidad tras meses de teletrabajo o incluso ERTE, en una situación de forzosa convivencia con el virus y la incertidumbre: ¿Puedo contagiarme en el trabajo o en clase?, ¿Tendremos que volver a confinarnos?, ¿Qué haré si mis hijos tienen que pasar una cuarentena?, ¿Podré conservar mi trabajo?… son cuestiones razonables para plantearnos y que aumentan considerablemente la intensidad de los síntomas anteriormente descritos, el malestar emocional.
A continuación os ofrecemos algunos consejos para ayudaros a afrontar el “regreso a la rutina”:
- Unos días antes de empezar a clase o a trabajar, retomar el horario y alguna de las obligaciones del día a día.
- Reservar el primer día, o al menos las primeras horas de la mañana, para ponernos al día y planificar, intentando no sobrecargarnos.
- Mantener hábitos saludables en cuanto a la alimentación, el sueño y el ejercicio físico.
- Cuidar nuestras emociones, dedicando un tiempo y un espacio para poder expresar las preocupaciones y el malestar que nos genera esta situación, nos ayudará a mantener un mayor equilibrio y enfrentarnos con más fuerza a la incertidumbre.
- Procurar buscar cada día un tiempo, unos días se podrá más y otros menos, para realizar actividades agradables, de manera individual, en familia.
- Aprovechar el fin de semana e intentar planificarlo previamente. Pensar en qué te puede apetecer hacer ya es en sí mismo un factor motivador.
- Ser realistas respecto a las circunstancias en que nos encontramos y ser conscientes de que hay muchas cosas que escapan a nuestro control, procurar centrar nuestros esfuerzos en lo que está en nuestra mano.
- Conocer previamente las nuevas medidas de seguridad en empresas y colegios.
- Practicar el buen uso de las medidas de seguridad y la buena conservación de los elementos de protección individual, especialmente dar pautas claras a los niños.
Se trata de disfrutar lo que tenemos en cada momento, en lugar de centrarnos en lo que pueda pasar, en lo que no podemos hacer, o en cuándo podremos volver a retomar antiguos hábitos y actividades, es decir, vivir el presente.
Autoras/Psicólogas: Nazaret López Fernández y Mariana Rodríguez Groba